Los niños irlandeses también insultan. No es nada raro ni destacable, creo que no es, ni siquiera, nada malo. Es algo totalmente normal si están en una etapa pre-adolescente y, además, acompañados por su “manada” en “su” parque.
Lo único destacable aquí es que el joven irlandés que me insultó llegando al apartamento el segundo día de nuestra estancia en Dublín, no podía imaginar que me estaba haciendo un favor. Nunca me habían insultado en inglés y, por tanto, mi conocimiento del insulto en lengua anglosajona se limitaba a los nada originales “bastard” o “arsehole”.
Ese Hey you! Dumbass! sonó tan coloquial, tan fresco, tan auténtico que para mí fue un piropo. Lo siento pequeño “hooligan” dublinés…